Cómo defenderse de las fake news

Reb Feivel estaba sentado en su casa estudiando el Talmud, cuando escuchó un gran ruido en el exterior. Desde la ventana, vio que unos traviesos niños jugando en la calle eran los causantes. Para ahuyentarlos improvisó lo primero que se le ocurrió: “Niños, corred a la sinagoga. Hay allí un monstruo marino con cinco pies, tres ojos y una barba como la de un chivo, ¡pero verde!”. Los niños no lo dudaron y corrieron en esa dirección. Reb sonrió satisfecho de su treta y volvió a su estudio. Pero, al poco tiempo, fue de nuevo interrumpido por el ruido de varios conciudadanos que marchaban apresuradamente. Les preguntó qué pasaba y estos le explicaron que en la sinagoga había un monstruo marino con cinco pies, tres ojos y una barba como la de un chivo, ¡pero verde! Reb soltó una carcajada y volvió a su Talmud.

Pero apenas había empezado a concentrarse cuando repentinamente oyó un gran tumulto en el exterior: una muchedumbre de hombres, mujeres y niños corrían hacia la sinagoga. “¿Qué pasa? les gritó desde la ventana. “¡Vaya pregunta! ¿Acaso no lo sabes?” respondieron. “Justo frente a la sinagoga hay un monstruo marino con cinco pies, tres ojos y una barba como la de un chivo, ¡pero verde!”.

Mientras la masa avanzaba, Reb distinguió entre ella al mismísimo rabino. “¡Señor mío!” exclamó. “Si el propio rabino corre con ellos es que seguramente debe estar ocurriendo algo. Donde hay humo es que hay fuego”. Y sin pensarlo más Reb tomó su sombrero, bajó a la calle y se unió al gentío a todo correr, mientras murmuraba para sí, casi sin aliento: “nunca se sabe…”.

¡Vaya con Reb! Quizá debiera haber recordado el consejo de Maquiavelo que sugería que, en caso de ser arrastrado a una trampa, “debes ser astuto para no creer con facilidad las cosas que no se ajustan a la razón”.

Otra alternativa podría ser delegar el trabajo de contrastar la veracidad en alguien. Y así la pregunta del reciente CIS de abril: “¿Cree Ud. que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?”  A la que el 66,7% de los encuestados responde que habría que restringir y controlar las informaciones, estableciendo sólo una fuente oficial de información.

Este debate sobre bulos, fake news, teorías de la conspiración, rumores infundados, mentiras y disparates varios, no es nuevo, pero es cierto que la crisis del COVID 19 lo ha reavivado con especial virulencia. De hecho, la Fiscalía General del Estado, a raíz de una denuncia de Unidas Podemos, ha decidido investigar si existe un grupo criminal detrás de la campaña de bulos puesta en marcha en las redes sociales contra nuestro Gobierno.

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10 estrategias de manipulación sin rebelión

Lo cierto es que el derecho a la libertad de expresión, en tanto que derecho fundamental de los que recoge nuestra Constitución, tiene su especial protección, lo que no hará fácil acabar con esas fake news. Entretanto, quizá lo más eficaz sea estar prevenidos contra las estrategias de manipulación que resume el especialista en geoestrategia  Pedro Baños, y que existen desde que el mundo es mundo:

(1) Crear problemas y fingir proponer soluciones

(2) Diferir una medida futura: es más fácil aceptar un sacrificio futuro que uno inmediato

(3) La gradualidad: imponer una medida radical e inaceptable a cuentagotas para evitar revoluciones

(4) Tratando a los espectadores como si tuvieran 10 años. Es probable que así  terminen siendo despojados del pensamiento crítico

(5) Fomentar el pensamiento emocional frente al crítico. Inducir ideas, miedos, deseos, compulsiones y comportamientos impulsivos y sin fundamento

(6) Ignorancia y mediocridad: las clases sociales inferiores no deben conseguir las herramientas que necesitan para el crecimiento social

(7) Hacer creer a las personas que ser estúpido, vulgar e inculto está de moda. Como la influencer que encarnaba Cristina Pedroche en la película Sin rodeos

(8) Reforzar la auto-culpabilidad: para propiciar la inhibición de los individuos, haciéndoles entrar en un estado depresivo y de auto-represión

(9) Conocer a la audiencia mejor de lo que ella misma se conoce

(10) Distracción: desviar la atención del público con informaciones insignificantes; evitando así que se preocupe de los temas importantes.

Y después de todo, ¡buena suerte! porque como decía Mark Twain: “una mentira puede viajar por medio mundo mientras la verdad está poniéndose los zapatos”.