Seis grados de separación: la red de contactos.
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Estamos unidos al resto del planeta por solo seis personas, pero hay que encontrar a las personas adecuadas, dice el personaje interpretado por la actriz Stockhard Channing, en el filme Seis grados de separación. En efecto, recientemente Microsoft ha demostrado que esta hipótesis es cierta, en concreto la cifra de separación se estima en 6,6 grados, que son los intermediarios que separan a dos personas de cualquier parte del mundo. Para este estudio se utilizó el popular programa de mensajería Messenger. Se confirmaba así la teoría lanzada el mismo año de la Gran Depresión, 1929, por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en una corta historia llamada Chains. Según su postulado cualquier ser humano puede estar conectado a cualquier otro congénere a través de no más de cinco personas interpuestas (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces). Esta suposición se basa en la idea de que el número de conocidos crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena, de modo que solo un pequeño número de enlaces son necesarios para que el conjunto de conocidos se convierta en toda la población humana del planeta. Por eso mismo, las historias y los rumores se difunden tan rápidamente, tanto para lo bueno como para lo malo. Sin embargo esta realidad empírica sigue sin estar explotada convenientemente en la búsqueda de empleo. Así, según la encuesta del Eurobarómetro del pasado julio los españoles creen que lo más importante para encontrar un nuevo trabajo es la experiencia profesional (67%), seguido del nivel de cualificación académica (53%) y de la capacidad de adaptación (26%). Por supuesto que estos elementos son muy importantes para conseguir el éxito profesional, pero no debemos perder de vista que esto no es posible si primero no nos abren la puerta de entrada al empleo. En un contexto en el que el desempleo es creciente, y el número de candidatos para cada puesto ofertado con publicidad empieza a reflejar ratios de oposición a funcionario de la Administración, es clave conocer a los que de algún modo u otro participan en los procesos de selección, porque no olvidemos que la mayor parte de los empleos disponibles siguen sin publicitarse (algunos expertos hablan de que 2 de cada 3 empleos se gestionan al margen de la publicidad abierta). Por ello, tener acceso a quien sabe que se está buscando un candidato, cuando no directamente a quien lo busca o a quien lo ha solicitado, se convierte en clave en el proceso de recolocación. El polifacético investigador Jared Diamond introduce como dos elementos críticos de su modelo para explicar el ocaso y el colapso de las civilizaciones, la existencia o no de vecinos hostiles y de socios comerciales amistosos. Aplicándolo a nuestro proceso de búsqueda de empleo, el éxito o fracaso del mismo puede estar condicionado por las relaciones que tengamos y su disposición a recomendarnos o no. En efecto hemos de construir una pequeña red de “embajadores personales” que sepan de nuestras fortalezas y capacidades, y se acuerden de nosotros ante determinadas oportunidades. Esta es una de las consecuencias del famoso concepto de networking laboral, sin el cual no se concibe hoy día una estrategia de recolocación. No se trata de conocer a miles de personas, sino centrarnos en el área de nuestro interés y buscar los contactos en ella. Solo con una buena memoria y cultivar las relaciones, la red se genera por si sola. Más aún con las posibilidades que nos abren los diferentes sitios de internet dedicados a ello. Como dicen Les Luthiers, “lo importante no es saber, sino tener el teléfono de los que saben” Si después de todo esto no me cree, no deje de visitar la página http://oracleofbacon.org/. Este sitio recoge un juego elaborado por B. Tjaden, en virtud del cual puede ver cómo prácticamente todos los actores del mundo tienen relación, antes o después, con Kevin Bacon. Compruebe cómo el recientemente fallecido José Luis López Vázquez está a solo dos grados de Kevin Bacon, y eso porque coincidió en 1992 en una película con Roddy McDowall, que a su vez había trabajado con Bacon en 1989. Como ve, basta con conocer a quien tiene el acceso, al que tiene la llave, al gatekeeper. Así se llamaba el software que permitía al usuario el acceso a los sistemas informáticos del Gobierno y la Defensa en la película La red, protagonizada por Sandra Bullock. ¿Cuántos contactos directos o indirectos puede tener usted?